Los radiadores de hierro fundido suelen funcionar con agua caliente. Están conectados al sistema de calefacción principal de la vivienda. Gracias a su gran inercia (es decir, su capacidad de acumular y liberar calor), difunden un calor homogéneo y progresivo en cada estancia.
1. Cómo funcionan los radiadores de hierro fundido
2. ¿Cuáles son las ventajas de los radiadores de hierro fundido?
3. Contras
Cómo funcionan los radiadores de hierro fundido
Los radiadores de hierro fundido suelen funcionar con agua caliente. Están conectados al sistema de calefacción principal de la vivienda. Gracias a su gran inercia térmica (es decir, su capacidad de acumular y liberar calor), difunden un calor homogéneo y progresivo en cada estancia.
Este tipo de transmisor es compatible con la mayoría de las calderas: fuel-oil, gas (condensación o baja temperatura), leña e incluso bombas de calor aire/agua. Por lo tanto, podrá mantenerlos incluso en caso de un cambio de energía.
¿Cuáles son las ventajas de los radiadores de hierro fundido?
A pesar de su vejez, los radiadores de hierro fundido siguen siendo atractivos para muchos hogares. Tienen muchas ventajas que en ocasiones destronan a algunos modelos de radiadores más modernos.
Un activo decorativo
En primer lugar, el radiador de hierro fundido tiene ventajas estéticas. De hecho, encaja bien con la tendencia decorativa actual y se puede personalizar fácilmente con la ayuda de una pincelada.
Calefacción confort
En cuanto al uso, ofrece un gran confort térmico. Distribuye lentamente el calor de manera uniforme y aporta un ambiente suave y cálido al hogar.
Ahorros
¡Gracias a su inercia, el radiador de hierro fundido continúa difundiendo calor incluso cuando está apagado!
Larga vida
Finalmente, el hierro fundido es un material robusto que tiene una larga vida. Los radiadores requieren poco mantenimiento, basta con una simple purga anual. ¡Pueden durar toda la vida!
Los inconvenientes
Los radiadores de hierro fundido también tienen algunas desventajas:
- Pueden oxidarse con el tiempo.
- Son grandes y ocupan mucho espacio.
- Aunque siendo una ventaja, su inercia también puede tener un lado negativo. De hecho, los radiadores que continúan calentándose cuando se ha alcanzado la temperatura que desea tener pueden ser una fuente de incomodidad.