Los avances tecnológicos en el campo de las calderas son importantes. Las antiguas generaciones de aparatos de gran consumo energético (calderas clásicas o calderas de baja temperatura) han dejado paso a equipos económicos y ecológicos (la caldera de condensación) que permiten conseguir importantes ahorros en el consumo.
Caen los rendimientos de las viejas calderas
La eficiencia de una caldera se define por la relación entre la energía que produce y la energía que consume. Este es un indicador importante porque cuanto mayor sea la eficiencia de su caldera, más ganará. El bajo rendimiento de combustión de las calderas antiguas tiene varios orígenes. Una caldera demasiado vieja puede estar obstruida, un quemador inadecuado o mal ajustado.
Los factores relacionados también juegan un papel, como el tiro excesivo de la chimenea o las entradas de aire parasitarias. Tu antigua caldera sigue funcionando, pero notas que tu consumo de energía aumenta a pesar de que las condiciones de uso son constantes.
Cambiando tu caldera, especialmente si tiene más de 20 años, puedes conseguir un ahorro energético del 20 al 50% respecto a tu antigua instalación, dependiendo de la naturaleza de la energía y de la regulación.
Llegan nuevas tecnologías: la condensación
La caldera de condensación es una caldera muy eficiente, una inversión rentable. Mientras una caldera convencional expulsa a la atmósfera los humos y el vapor de agua de la combustión del gas natural, la caldera de condensación recupera los humos, los enfría para generar vapor de agua, los condensa para aprovechar su energía térmica. De este modo se consigue un ahorro energético de hasta un 30%.
Elige un modelo de alto rendimiento energético cuya Eficiencia Energética Estacional (ETAS) sea superior al 90%. Las calderas de condensación reemplazarán a las calderas antiguas muy rápidamente, ya que ahora se exige a los fabricantes que produzcan calderas con un nivel ETAS superior al 85 %.
La nueva normativa es más eficiente
La regulación de un sistema de calefacción permite optimizar el consumo de energía. Los termostatos mecánicos convencionales regulan con un solo set de temperatura, generalmente 19°. Existen diferentes tipos de regulación como la regulación con sensor exterior o la regulación de ambiente de acción proporcional.
Las últimas normativas con termostatos de ambiente conectados son potentes herramientas con las que la calefacción está siempre a la temperatura adecuada. Gracias a una conexión a Internet, puedes controlar tu calefacción a distancia en cualquier momento y lugar. Realmente controlas tu gasto de energía.