Con la repentina llegada del frío, probablemente muchos de vosotros os estéis haciendo esta pregunta ya que el recuerdo de las altas facturas de la calefacción sigue presente en nuestra mente. Si tenemos que acostumbrarnos a soportar inviernos interminables, también podemos pasarlos abrigados y baratos.
Entonces, ¿la calefacción de pellets es la solución ideal? El equilibrio perfecto entre dispositivos simples y repetitivos, alimentados con combustibles fósiles para trabajos pesados, para calentar con el clásico leño.
Un primer elemento de respuesta radica en la diversidad que ofrecen los pellets de calefacción. La estufa de pellets y la caldera de pellets por sí solas cubren casi todas las necesidades de calefacción posibles. La estufa de pellets se puede utilizar tanto como calentador auxiliar como calentador principal si se le conecta una funda que pueda llevar el calor del aparato a un piso o una habitación distante.
En cuanto a la caldera de pellets, encontrará fácilmente su lugar en el centro de su calefacción central y le permitirá calentar grandes volúmenes de manera justa. En ambos casos, el interés de la calefacción de pellets, más allá del precio, reside en la programación de la calefacción según varias franjas horarias que permitan ganar en autonomía, en comodidad y ahorrar aún más.
Aunque la inversión es un verdadero obstáculo para muchas personas, el proyecto se amortiza muy rápido y solo hay que hacer un cálculo rápido para verlo. Solo le pondría una pega, el precio del pellet podría experimentar un ligero aumento en 2014 y 2015 debido a una dificultad temporal de los productores para cubrir la demanda francesa. No obstante, ya se han puesto en marcha medidas para compensar este déficit y volver a la normalidad lo antes posible.