¿Cómo funciona un suelo radiante?

Calefacción por suelo radiante

La calefacción por suelo radiante no es nueva. Ya se usaba en el pasado en China debajo de la cocina para asegurar la temperatura correcta en la casa. Luego se generalizó en los Estados Unidos y Canadá en la década de 1950.

Ofrece un excelente confort y también cumple con los requisitos ecológicos. Es por estas ventajas que es aclamado por muchos usuarios. Actualmente, cuatro de cada 10 viviendas están equipadas con calefacción por suelo radiante. Estas cifras indican un aumento del 10% con respecto al año pasado.

Echemos un vistazo más de cerca a cómo funciona.

¿Cómo funciona la calefacción por suelo radiante?

El modo de funcionamiento de la calefacción por suelo radiante es bastante simple Imagínese que hay un calentador grande instalado debajo de sus pies, en toda la casa. El calor se difunde y se transmite a través de una red de cables o tubos hidráulicos. Los tubos y cables se cubren con una especie de solera. Asegurará una distribución regular y homogénea del calor. El sistema se aísla cuidadosamente y se coloca sobre una losa de hormigón.

Este método de calentamiento tiene ventajas. Funciona igual de bien con un sistema eléctrico que con calefacción de gas, aceite o bomba de calor. De hecho, un colector regula todo el flujo de agua en el sistema, conectado a los dispositivos. Es una solución ideal en lo nuevo.

Los beneficios de la calefacción por suelo radiante

– Asegura el confort térmico en toda la vivienda

– Es cómodo de usar: la temperatura es de 28° como máximo. Por lo tanto, no hay riesgo de tener problemas de circulación relacionados con una superficie demasiado caliente. Este fue el principal problema destacado en los primeros sistemas.

– Asegura el ahorro de energía: ¡de hecho, tener una superficie de suelo a 18 grados da la misma impresión de confort térmico que otro tipo de calefacción a 20 o 21!

– Generalmente funciona a bajas temperaturas: por lo tanto, todo el circuito de calefacción gira a un máximo de 40° en lugar de los 60/70 necesarios para los radiadores, por ejemplo.

Obtenga más información sobre las ventajas y desventajas de la calefacción por suelo radiante

Algunos consejos para su instalación

El suelo radiante tiene una gran inercia térmica: no es necesario bajar la temperatura por la noche o durante ausencias prolongadas.

El mejor revestimiento para conducir bien el calor será la piedra natural o las baldosas. De hecho, estos dos materiales son porosos y, por lo tanto, dejan pasar el calor. Sin embargo, preste atención a su grosor. Debe ser inferior a 20 mm. Por lo tanto, también es necesario evitar moquetas gruesas o suelos de parquet.

Considere contratar a un especialista para instalar su calefacción por suelo radiante. Sólo él sabe cómo operar el sistema. Evitará averías y sobre todo fugas.