Mi caldera entra en seguridad: ¿Por qué?

A veces sucede que una caldera entra en seguridad porque detecta un mal funcionamiento. El dispositivo provoca entonces un bloqueo del dispositivo y es imposible utilizarlo. Esta medida de seguridad tiene como objetivo evitar cualquier riesgo de accidente y proteger la caldera. De hecho, operar como está podría dañarlo. Veremos en este artículo qué anomalías pueden hacer que tu caldera se detenga repentinamente.

Un quemador obstruido

Cuando su caldera detecta un problema con el quemador, se enciende una luz roja. El ensuciamiento del quemador puede ser causado por el polvo o lodo que se acumula con el tiempo. Una limpieza a fondo a veces puede resolver el problema.

Mala ventilación o evacuación de humos

Una caldera también puede entrar en bloqueo cuando detecta falta de aire para la combustión. La mala mezcla de aire y combustible (gas, fuel oil, etc.) conlleva un riesgo de producción de monóxido de carbono. Este gas invisible e inodoro es especialmente peligroso y nocivo para los ocupantes del alojamiento si tienen que respirarlo. En ocasiones, los problemas de ventilación, tiro o evacuación de gases obligan a barrer el conducto. También es recomendable comprobar que se respetan las normas de ventilación.

Un problema circulatorio

Si la bomba de circulación (circulador) de la caldera está defectuosa, el agua caliente no podrá circular correctamente por las tuberías. El dispositivo entonces irá a un lugar seguro.

Temperatura del agua demasiado alta

Cuando la temperatura del agua de la caldera es demasiado alta, el limitador de temperatura de seguridad provoca el apagado inmediato del quemador. Como resultado, la caldera deja de funcionar. En la mayoría de los modelos, debe reactivarse manualmente. En otros, se reinicia solo en cuanto encuentra agua a la temperatura adecuada.

Realizar un mantenimiento anual para evitar averías

Es obligatorio acudir cada año a un profesional para realizar el mantenimiento de su caldera. El técnico realizará una revisión y limpieza completa del dispositivo. Esto evitará obstrucciones de los distintos componentes o problemas de evacuación de gases y garantizará el correcto funcionamiento de la caldera. Durante el mantenimiento, el profesional también verificará el nivel de monóxido de carbono en su hogar.

Puede ser ventajoso contratar un contrato de mantenimiento anual que incluya el viaje de un técnico y mano de obra en caso de problema con su caldera. Este tipo de contrato te costará una media de 150€ al año. A veces es posible optar por una cuota mensual y pagar en 12 domiciliaciones mensuales.

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