A la hora de instalar una nueva caldera, optar por un modelo de condensación es ya casi sistemático a la hora de sustituir un aparato antiguo. Es posible instalarlo en una sala de estar, en un sótano o incluso en el garaje. Dependiendo de la ubicación, puede elegir una versión de pared o de piso. Esta tecnología ahora es obligatoria y es posible que se pregunte por qué. Encontrarás tus respuestas en este artículo.
El principio de funcionamiento de la condensación.
La caldera de condensación a gas funciona de forma sencilla, el principio básico es el mismo que para las versiones clásicas. La novedad viene del hecho de que recupera las calorías contenidas en el vapor de los humos y las reutiliza para calentarte. Este proceso permite utilizar la llamada energía «gratuita» y por lo tanto conseguir ahorros. Se optimiza la eficiencia y la caldera ofrece confort diario durante todo el año.
Una caldera eficiente
Gracias a su rendimiento, la caldera de condensación a gas es una elección natural hoy en día. Promueve el ahorro de energía en comparación con los modelos más antiguos. También cumple con los requisitos de eficiencia energética (ETAS) establecidos por Erp (la directiva de ecodiseño) con una tasa superior al 86%. Además, sus emisiones de NOx no superan el máximo autorizado de 56 mg/kWh.
Los umbrales mencionados anteriormente son los aplicables en septiembre de 2018 en Francia. Los desarrollos futuros en las regulaciones europeas pueden revisar estos en los próximos años. De hecho, el objetivo es reducir el uso de energías primarias para promover las renovables. Esto también reducirá la difusión de CO2 a la atmósfera.
Los criterios difieren para los distintos combustibles, como el fuel oil o la madera. Otros dispositivos de calefacción, como la bomba de calor aire-agua, también tienen sus obligaciones específicas. El objetivo es el mismo: debemos preservar la naturaleza y las generaciones futuras.
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Elegible para ayuda financiera
Desde el 1 de julio de 2021, la caldera de condensación a gas ya no es elegible para el bono de calefacción Coup de Pouce, distribuido como parte del sistema de Certificados de Ahorro de Energía. Sin embargo, otras ayudas te permiten amortizar tu presupuesto de inversión en equipos de calefacción más eficientes.
En particular, puedes beneficiarte de la ayuda de MaPrimeRénov de Anah, que reemplazó al antiguo Crédito Fiscal de Transición Energética (CITE) desde principios de 2020. Un dispositivo que te permite recibir entre 800 y 1.200 euros de subvención.
Además, también puedes contratar un ecopréstamo a tipo cero (eco-PTZ) con tu banco, o beneficiarte del tipo reducido de IVA del 5,5%, directamente en tu factura. Finalmente, no olvide consultar con las autoridades locales para obtener ayuda local.