Tiene un sistema de calefacción central existente con radiadores de hierro fundido. Quiere reemplazar su caldera con una bomba de calor para ahorrar dinero. Ambas tecnologías son compatibles.
1. El tipo según la PAC
2. Beneficios
El tipo según la tapa.
Para la nueva construcción, el aislamiento es importante. Se reducen las necesidades de calefacción. Una bomba de calor de baja temperatura suele ser suficiente para garantizar el confort térmico. A continuación, elegirá los transmisores de acuerdo con esta versión. Se seleccionarán para operar con agua entre 35 y 45°C.
En la rehabilitación, el equipo presente (caldera) suele ser gas o fuel oil. A menudo se asocian con difusores de hierro fundido. Estos últimos generalmente han sido dimensionados para operar con un fluido alrededor de 65°C. A continuación, se sustituirá la caldera por una bomba de calor de alta temperatura.
Ventajas
El funcionamiento de este tipo de radiador aporta suavidad y comodidad. La inercia permite una difusión lenta y homogénea del calor. Además, su longevidad asegura la durabilidad de su configuración. Son resistentes y su mantenimiento suele limitarse a una purga anual. Un poco más caras de comprar, se rompen menos. Por lo tanto, son más rentables.
Los nuevos modelos adoptan formas que pueden adaptarse a muchos interiores. Encontrará versiones personalizables para sus dimensiones específicas.
También considere agregar válvulas termostáticas. De esta forma controlarás más fácilmente tu consumo.
Dependiendo de la instalación planificada, necesitará tener una cantidad suficiente de transmisores. Su tamaño debe ser lo suficientemente grande dependiendo de la habitación a calentar.
Con una bomba de calor en una casa antigua evitarás mezclar materiales. Si necesita cambiar un radiador, sustitúyalo por uno del mismo material. Esto reducirá el riesgo de electrólisis.