¿Cómo reducir la contaminación del aire interior en tu hogar?

Mejora el aire interior de tu hogar

Contrariamente a la creencia popular, el aire exterior no es necesariamente el más contaminado. Es en la mayoría de los casos exactamente lo contrario debido a su desconocimiento. Sin embargo, unas pocas buenas prácticas son suficientes para reducir considerablemente cualquier riesgo para la salud y mejorar la calidad de tu vida diaria.

Garantizar la renovación del aire

Pasamos una media de 14 horas al día en nuestro alojamiento, por lo que es fundamental sentirse bien allí y no experimentar molestias constantes. La aireación es el proceso más sencillo para obtener aire de mejor calidad. Se recomiendan 10 minutos al día mínimo para que sea realmente efectivo.

También debes recordar encender la ventilación o abrir las ventanas cuando cocinas para evitar que los vapores de gas se estanquen en la casa. Lo mismo ocurre con toda actividad física (deporte, trabajo, etc.).

Buena ventilación

Sea cual sea tu tipo de vivienda, tu vivienda debe contar con un sistema de ventilación. Generalmente colocado en la cocina, se utiliza para evacuar parte de los humos para evitar la inhalación excesiva de gases.

La ventilación se puede realizar de dos formas: natural o mecánicamente con un dispositivo dedicado a la tarea para una mejor succión, como una campana, por ejemplo. Tampoco debemos olvidar el mantenimiento del sistema, de lo contrario se pueden alojar microorganismos en él y formar espuma o moho.

Reducir la humedad

Se estima hoy que el nivel de humedad de una sala de estar es ideal entre 40 y 60%. Más allá de eso, debe pensar regularmente en evacuarlo. De hecho, la humedad tiende a almacenar contaminantes y causar moho cuyas esporas son dañinas y pueden provocar complicaciones de salud. Se recomienda en este caso una ventilación regular, así como invertir en un deshumidificador que se encargará de absorber el exceso de humedad.

Elegir los muebles adecuados

Pocos lo piensan, pero los muebles también emiten compuestos orgánicos volátiles. Estos son más o menos peligrosos según el tipo de materiales. Se prefieren los materiales naturales en bruto en lugar de muebles de madera contrachapada o aglomerado. Del mismo modo, se deben evitar los objetos con pintura o pegamento no natural, ya que liberan productos químicos en el aire durante un tiempo después de la instalación si son nuevos.

Mantenga sus dispositivos

Realiza el mantenimiento de tus electrodomésticos con mucha regularidad, ya sea una simple aspiradora o tu caldera, no debes descuidar ninguno de ellos. Una aspiradora mal mantenida puede liberar partículas de polvo en su entorno causando estornudos, irritación ocular y problemas respiratorios. Peor aún, una caldera configurada incorrectamente puede emanar monóxido de carbono que puede causar dolores de cabeza, desmayos y, en el peor de los casos, la muerte. Así que asegúrate de cuidar siempre tus instalaciones.

Una limpieza multisemanal

Aspirar el polvo y limpiar el suelo con lejía es la mejor forma de mantener limpio el hogar. Es recomendable hacerlo varias veces a la semana para mantener una buena higiene en las habitaciones. Eso sí, ten cuidado de utilizar únicamente productos domésticos naturales o ecológicos como el jabón negro, el vinagre blanco o la lejía, porque contienen menos compuestos contaminantes.

Sin ambientadores

A pesar de los buenos aromas que pueden proporcionar, los aerosoles, las velas aromáticas, las fragancias para el hogar y los inciensos están prohibidos para un aire saludable. Emanan muchos químicos en el aire. Para contrarrestar los olores, nada mejor que trabajar duro con un poco de limpieza.